Cancer para la cura

Un amigo dermatólogo me decía un día que todos los problemas de la piel tienen una base psicológica. Fue a los postres de una cena en la que, envalentonado por los efectos del vino, le pegué una patadita con mi pie de atleta revestido de campera por debajo de la mesa , viéndome obligado a confesarle este gran padecimiento secular.
Amante de los…ejem… vestuarios…y piscinas públicas servidor ha tenido que sufrir desde muy temprana edad la atosigante, persistente, fidelísima y –aquí reside su gravedad- insoportablemente placentera compañía de estos entes micóticos en sus pinreles , que hasta podría decirse que con los años esa relación amor-odio se ha convertido en toda una adicción insana que ni con yodo, canestenes o fungisdines ha sido posible combatir. Porque es tal el picor que producen estos bichitos sin escrúpulos con sus politonos celulares que la ceremonia de rascado se convierte en todo un rito de finalización, que puede llevarte incluso al éxtasis sexual autocomplaciente y en algunos casos incluso a la amputación del pie.
Mi amigo, que es un dermatólogo competente ( hasta se ha hecho su propio autoinjerto de pelo trasvasando cabellos de los hombros a su coronilla con una mano y con la otra manejando la blackberry), se sumió en un silencio profundo y turbador que al principio me hizo dudar sobre el contenido real de nuestras bebidas, pero que luego, al despejarse la bruma etílica, se tradujo en estas cavernosas palabras: “Deberías psicoanalizarte”. Sorprendido por el rápido e inesperado diagnóstico, (pero sobre todo al comprobar la enorme jeta de mi amigo, que me había endosado subreptíciamente el pago del montante de la cena), me encerré en mi mismo desde ese preciso instante y hasta hoy…, que todavía sigo debatiéndome interiormente en la duda de si seguir o no su consejo a pies juntillos. ¿Qué pasará si la terapia acaba con el problema y destierra semejante plaga bíblica definitivamente de mis pies hacia otros atletas? ¿Podré soportar su pérdida y el secreto placer que me proporcionaba su compañía?
He pensado que lo mejor sería quitarme yo mismo el Edipo ántes de acudir a ninguna sesión , nunca he creído en loqueros, y para ello me he aprovisionado de un kit especial en el Froiz , consistente en un pequeño vasito de plástico desechable, un botellín de agua y el dvd de la penúltima película de Coppola “Youth Without Youth” que mete miedo de lo mala que es. Espero que sea suficiente para empezar. Les tendré al tanto.
Saludos!
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Santa Paciencia Bloggera
4 comentarios:
Pues oiga ,el clotrimazol suele ser mano de santo, ahora que por lo que veo sus hifas son de lo más resistentes ( hifas galegas!!!, no podían ser moco de pavo).
La solución clara en su caso, no es otra que la amputación por lo sano ( o aquí más bien, por lo enfermo y cantarín)
PD1 Respecto a su amigo el "peletero" le recomiendo lo mismo que le dije con el del Sinaí...
PD2 Me alegro de haber recuperado al OjOVo de los orígenes de nuestra relación bloguera, el genuino, el auténtico ( me he desborregao leyéndolo).
PD3 El "Franki" cargando con Santa... sencillamente insuperable pero me ha quedao una duda... ¿acaba la gaita indemne o seccionada como el utilitario?
Saludos (rodeados de bombón/a verde...) Genial su giro final
Igual se ha creado un universo paralelo en tus pies, de seres diminutos , como el que creó Lisa Simpson , has mirado con lupa???
Saludos .
¿Clotrimazol? ¿Y eso por que vía se ingiere? ¿Se debe administrar con los pies vacíos? ¿Y si no lo soporto? Fíjese que me temo que mis hifas son depredadoras a tope y lo peor: me temo que también simbiontes, porque para mí que se alían con canestenes y fungisdines para hacerme los pies imposibles. Por cierto ¿ya le he comentado mis sospechas de que Obama también los tenga? Esos andares son los míos y puedo asegurar que no es sólo producto del garbo y el salero. En cualquier caso, es usted una santa, gracias por la mano.
Decirle nada más que debería modular un poco su sintonía con esta frecuencia bloggera caótica porque veo que en los últimos tiempos está contínuamente perdiendo-recuperando, perdiendo-recuperando esa onda que la mantiene fielmente presente en este espacio.¿Problemas de cobertura quizás? Mis fans keniatas no tienen ese problema con sus tantanes virtuales; pero sus maydays diarios no dejan de pedirme “¡edulcora!”, “¡edulcora!”, así que comprenderá y me disculpará si alguna vez delego en mi escriba de color y me dedico a complacerlos sólo un poquito con otro tipo de post más escuetos, despojados, cincelados, de envolvente y sugestiva musicalidad y ..ejem…arrebatadora emoción transitoria.
Miedo me da (porque los hongos son muy contagiosos) pero de nuevo me pongo a sus pies.
PD: (Minutito de silencio por la gaita)
No sólo es todo un universo paralelo: es para verlo y para creerlo jeje. Si claro, claro que he usado la lupa; el problema es que a través de ella ya no parecen tan diminutos, sino fieros y cabezones; y además, como me los he mirado al sol ( ya sabe: cuando más favorecido estoy, así de lao) me he abrasado unas cuántas falanges en el intento. Espero haber liquidado algunos en la hoguera. Este gobierno debería eliminar uno de esos departamentos superfluos y crea uno de verdad que sirva para el pueblo: el Ministerio de los Hongos.
Bienvenida otra vez!
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