OjOVo: La Materia Prima del Caos

Se han cumplido hace unos días los primeros cien del mandato de la Gran Esperanza Negra, esa figura magnética mundial emergente que ahora nos visita en Europa entre gritos de fans y suspiros generalizados.
Este primer período ha confirmado de sobra las evidencias que ya se apuntaban, y que se han convertido con el paso de los post en tésis fundamental de este blog: la impresionante simbiósis biográfica entre Barack y servidor de ustedes. Tanto en sus declaraciones públicas, como en su dentadura, o en las medidas ya adoptadas en estos cien días, este simpático americano sigue exhibiendo subliminalmente, sin él saberlo, la invisible línea que une nuestras vidas y que constituye el sello de toda una generación,
Especialmente significativa es la actitud adoptada frente a la Gran Recesión que nos oprime. Para combatir la Depresión, el Dopaje. Esta idea es como muy… de nuestra quinta. No me extrañó nada su decisión inmediata de asimilar los activos tóxicos con el fín de alcanzar el globo económico porque, sin ir más lejos, cuando el sistema hizo crack, servidor, en un autoataque de pánico intentó comerse unos bonos del estado de terror que le poseía. Tuvo que recurrir al infalible bío para recuperar de nuevo la liquidez y la confianza en uno mismo.
Y en segundo lugar, ¿qué me dicen de la inyección económica? ¡Pero si esa medida parece extraída del ideario de OjOvo! "No hay problema, por difícil que sea su solución, que no pueda solucionarse con una buena inyección".¡Como los grandes artistas o poetas, muy bien dopaos! ¿Y qué nos espera ahora?¿Un nuevo repunte del Peyote Inmobiliario? Tendrán mi apoyo.
Dirán ustedes: ¡qué jodío! Pues si. Espero que el G20 tome nota y nos inyecte inmediatamente unas de esas dosis a todos los europeos sin más pérdida de tiempo. Con efectos retroactivos. A cambio podemos prometer y prometemos que la próxima vez que nos planten un referéndum o nos planteen una constitución , sin problemas nos tomamos unas cañitas y lo discutimos.
Y bueno, para terminar, para los escépticos que siempre hay, les dejo este documento gráfico en el que pueden apreciar el increíble parecido físico de un servidor con el Gran Jefe. La foto está tomada en la Convención Anual de Salchichas de los Premios Oscar Mayer, en los que fui galardonado con …bueno,…ejem… a nadie le importa con qué premio fui reconocido. ¡Si no les parece razonable este mágico parecido mutuo, que baje Dios y me despierte con insufribles politonos a las tres de la madrugada y a golpe de megáfonos!




PD. No me negarán que estoy tocado por un halo.